¡Así que así se hacía!

Me gusta mucho la historia, por lo que tiendo a estudiar la historia de todo lo que aprendo, de los
lugares que visito, etc. Es así que cuando cursamos Conceptos fundamentales de didáctica de L2
me resultó muy disfrutable que la asignatura incluyera los aspectos históricos de la didáctica de
lenguas extranjeras.

En la actividad final de esta asignatura (que se puede ver aquí) debimos analizar cuatro fragmentos
de texto que hacían referencia a diferentes paradigmas en la didáctica de L2, lo que requirió que
estudiáramos la historia de la misma y, en mi caso, que aprendí una L2 de niño y que aprendo una
L2 como adulto, me llevó inmediatamente al terreno de las comparaciones.


De aprendiz a docente. ¿Tendré mi propio cartel?


Fue inevitable ver las diferencias entre aprender un idioma en el salón de clases, y vivir un idioma
fuera de él mientras lo aprendo en la era de la hiperconexión. Esto, además de empezar a generar
la consciencia de muchos de los aspectos que voy a tener que tener en cuenta cuando me toque
enfrentarme a un aula de español LE, me dejó un aprendizaje extra, el cual pude notar con el transcurrir del tiempo. Me hizo un mejor aprendiz de LE. Eliminó el miedo a equivocarme,
logré internalizar verdaderamente que si pretendo adquirir una lengua tengo que experimentarla,
tengo que vivirla y comunicarme utilizándola.

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